jueves, 15 de mayo de 2014

Historias eslavas acerca de Vlad el Empalador


I. Había en Valaquia un príncipe cristiano de fé griega, conocido como Dracula en lengua rumana y diablo en la nuestra, por la maldad que le caracterizaba. Tal como era su nombre, fue su vida. 

Una vez vino a su ciudadela, un comerciante  del Reino de Hungría. Y según la orden del príncipe detuvo su carroza en uno de los caminos de la ciudad, enfrente de la casa donde se alojó. Por la noche, alguien le robó de la carroza 160 monedas de oro. El comerciante se presentó ante Dracula y le contó lo sucedido. El príncipe respondió: “Te puedes ir; esta noche se te devolverá el oro”.

Entonces Vlad se fue a buscar al ladrón por toda la ciudad diciendo:” ¡Si el ladrón no se manifiesta culpable, acabaré con toda la ciudad!” Y mandó que devolviera el oro y lo dejara en la carroza durante la noche y cuando el desconocido ladrón hizo eso, el príncipe añadió una moneda más.
Por la mañana el comerciante encontró su dinero y empezó a contar; viendo que había una moneda de más se presentó ante Dracula y le dijo: “Señor, he encontrado el oro. Y mire, hay una moneda de más que no es mía.“
Entonces, el príncipe le dijo:”Puedes ir tranquilo; si no me hubieras dicho nada acerca de la moneda que sobraba, habrías sido empalado junto al ladrón” (…)


II. Un día Vlad, caminando por el pueblo, vio a un hombre que llevaba la camisa rota. Y le preguntó: ”¿Estás casado?” El hombre le contestó: ”Sí, mi señor.” Vlad entonces replicó: “¡Pues llévame a tu casa; quiero ver a tu mujer!”
Al llegar al hogar del hombre, vio que su mujer era una joven bella y sana. Entonces le preguntó al hombre: ”¿Es cierto que sembrasteis lino?” Éste contestó: ”Mi Señor, sí que tengo mucho lino.” Entonces Vlad le dijo a la mujer:”¿Por qué eres perezosa ante tu marido? Su deber es sembrar, cuidar el campo y alimentarte y tu deber es cuidar que tu hombre tenga siempre la ropa limpia y presentable, pero tú ni siquiera le arreglas la camisa, aunque te ves muy sana. Tú eres culpable, y no tu marido. Si tu hombre no hubiera sembrado lino, él hubiera sido culpable.”
Así que el príncipe ordenó que se le cortara las manos y luego empalar su cuerpo por ser una mujer perezosa. (…) 



III. Una vez se presentó ante su Majestad un potentado húngaro, Matías, hombre rico, y los dos se sentaron a la mesa, rodeados de cadáveres. Al lado del príncipe había una estaca gruesa y alta, hecha de oro.
Entonces Dracula le preguntó: “Dime, ¿por qué crees que tengo esta estaca?”
El mensajero se asustó y contestó: “Mi Señor, me parece que un hombre se equivocó ante usted y le queréis ofrecer una muerte más honorable que en los demás casos”.
Dracula contestó: ”Cierto es. Tu eres el mensajero real del gran dueño, por ti hice la estaca”.
Él contestó: “Señor, si hice algo digno de muerte, haced lo que gustéis conmigo, porque sois juez en esta tierra y no será vuestra mano culpable por mi muerte, sino yo mismo”.
Dracula rió y dijo: “Si no hubieras contestado de esta manera, cierto es que habrías sido empalado”. Y entonces comieron bien, recibiendo el potentado de nuevo su libertad al acabar. El príncipe, finalmente, dijo: “ A ti te corresponde ser mensajero de los reyes, porque sabes hablar con los dueños sabios; que no lo intenten los demás hasta saber hablar con los de alta ralea.”



Fuente del texto original: Bogdan Murgescu, Historia de Rumania en textos 
(Crónicas eslavo-rumanas, páginas 207-214)

6 comentarios:

  1. Un Saludo de colega,pertenecemos a la misma comunidad literaria ,leeré tus escritos
    Saludos
    Jorge García.

    ResponderEliminar
  2. Vlad Tepes es un personaje que me despierta gran curiosidad. Rumania me despierta curiosidad: vuestra lengua es hermana de nuestro castellano. Me gusta vuestro relato al estilo crónica. Saludos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Asi es. Y tenemos muchas cosas en común, la verdad. Le agradezco por su visita. Un saludo.

      Eliminar
  3. Siempre me han gustado las leyendas que nos has presentado de Vlad el empalador.
    Creo haber entendido en las leyendas rumanas que era un hombre justo, aunque implacable.
    En estas leyendas eslavas lo veo un poco despiadado...

    Disfruto siempre con estas leyendas sabes que Drácula, Transilvania y sus leyendas son mi debilidad

    Besos y abrazos

    ResponderEliminar
  4. Gracias por este blog...asi pueden ver la gente tambien la otra cara de Rumania, no solo los hechos que traen mala fama a los rumanos....gracias otravez....un saludo

    ResponderEliminar