martes, 23 de abril de 2013

Costumbres de San Jorge



San Gheorghe es uno de los santos más venerados en el calendario ortodoxo, celebrándose en cada año el día 23 de abril. En la tradición popular la fiesta es conocida bajo el nombre de San Gheorghe (Jorge).

En el calendario popular, San Jorge es considerado un santo de la vegetación, protector de la naturaleza, de las  vacas y ovejas, siendo identificado en el Panteón Rumano con el Caballero Tracio.  

En la espiritualidad popular, San Jorge representa el segundo pilar calendaristico, junto a San Dumitru-Samedru; entre las dos divinidades hay un acuerdo cósmico, facilitado por la divinidad suprema. Se dice que, cuando se escuchan las primeras ranas cantando, San Jorge coge las llaves de Samedru para abrir el camino de la naturaleza hacia la vida, siendo considerado la Cabeza de la primavera, el que cambia el ámbito en color verde, sembrador de todas los cultivos y el que despacha la temporada de frío. En otoño, Samedru, que no ama a los árboles verdes, recibe la llave de San Jorge para acabar con la temporada de verano y empezar la nueva temporada .

En el calendario popular, como en la tradición cristiana, San Jorge es una divinidad joven, hipomorfa, montado en un caballo. A la vez, es una divinidad pastoral, de origen indo-europea, su fiesta se celebra en el momento del inicio del año pastoral. 

Antiguamente, en la víspera del 23 de abril, la gente preparaba surcos verdes, cortados en cuadrados, en los cuales ponían palitos de sauce y flores amarillas de primavera. En la noche o en la mañana de San Jorge,  el hombre mayor de la familia ponía las ramas decoradas al lado de los pilares de las puertas y de las casas, al lado de las ventanas, puertas de los establos, en jardines y sobre las tumbas de los cementerios. 

Se creía que, de esta manera, la gente, las vacas y los cultivos estaban protegidos de las fuerzas malvadas, que llegaban a ser muy activas en esa temporada. Las medidas de protección  se llevaban en especial contra los strigoi y strigoaice. También contra ellos se solía poner al lado de la puerta de la casa y de la puerta del granero una rastrillo, puesto con los dientes arriba.  

En Bucovina, los surcos y las ramas verdes se guardaban todo el año para usarlas como medicamentos contra la fiebre o para ser mezcladas en la comida de los animales (en la creencia de que serán protegidos contra el poder maligno de los strigoi). También se ponían en los criaderos de las gallinas (para que tengan mas pollos y para protegerlas de las enfermedades y halcones).

Otra tradición dice que en la víspera de 23 de abril, las chicas solteras creían que podrán ver a su futuro novio si en esa noche miraban en un vaso lleno con agua.

En la mañana de San Jorge, ponían en el medio de la carretera surcos verdes adornados con coronas, para observar, en secreto, cual de los chicos pisara sobre ellos. Si los muchachos a quien llevaban cariño no pisaban las coronas, las chicas pensaban que en ese año se casarán. Los surcos y las coronas las guardaban durante todo el año para usarlos como remedio para aliviar diversas enfermedades y hacer con ellos hechizos de amor.

En este día, las chicas solían sembrar ajo, que lo guardaban hasta el proximo año. Ellas creían que si comían ajo sembrado hace un año, recibirían todas las virtudes y se casarían en el menor tiempo.

Por la mañana, antes de sacudir el rocío, las chicas iban sigilosamente por el bosque, en lugares lejanos, hasta allá donde no se oían los ladridos de los perros y la canción de los gallos, para recoger belladona, que traían a casa y ponían en el ático o bajo los aleros, creyendo que dichas plantas milagrosas les traerán pretendientes. La costumbre conserva la solemne ceremonial de los ritos grandes: las chicas tomaban su bolso y un colac y, una vez que llegaban en el bosque, rocían con vino el lugar de donde cogían las plantas y luego volvían a casa con una bandera, hecha de ramas de árboles adornadas con cintas de colores. 

Guardaban la belladona para usarla también para curar enfermedades, hacer hechizos para el enriquecimiento o ganancia de fama. La belladona podía provocar a la vez desgracias, pobreza, fealdad, locura o muerte, dependiendo del modo en el cual se utilizaba, de los ritos y hechizos que se hacían.

Los chicos, al mismo tiempo, buscaban en la mañana del 23 de abril la hierba de las bestias, una planta milagrosa que podía aplastar los candados y cadenas o les podía ofrecer propiedades milagrosas. Los jóvenes iban a un bosque cercano llevando con ellos un cubo de agua. Luego, hasta al amanecer bailaban, decían adivinanzas o cantaban. Al salir el sol, cada uno miraba en su cubo con agua. Si encontraban allá una brinza de hierba, pensaban que se casarán con la chica a la cual amaban y vivirán juntos y felices para siempre. Si encontraban una flor seca era señal que el joven no se casará en aquel año y si encontraban tierra, se decía que el joven morirá pronto.

Las mujeres casadas también hacían ritos para el bien del hogar. Por ejemplo, en la mañana de San Jorge, antes del amanecer, iban al bosque y recogían plantas que solo ellas conocían; posteriormente las ponían en la comida de los animales, pensando que de esta manera las vacas darán más leche y de buena calidad.

En este día se preparaba " la grasa de las ovejas", un medicamento obtenido a base de plantas y grasas vegetales que se aplicaba a las ubres de las ovejas para protegerlas de enfermedades durante todo el verano.

Nadie podía dormir ese día, porque se creía que el que no cumple con esta tradición estará somnoliento durante todo el año. 

Usar la ortiga, es otra costumbre para el día de San Jorge, practicada por los jóvenes de las comunidades tradicionales de Bucovina. Como la fiesta abría un período solicitante para desarrollar actividades económicas, los jóvenes tocaban tallos de ortiga, pensando que de esta manera serán más ágiles, más laboriosos y sanos durante todo el verano que iba a comenzar.

Otra costumbre trata de encender el fuego en el patio de los hogares sobre el cual los jóvenes saltaban creyendo que así se purificaban y se podrían proteger contra las influencias fatales.

De todas las costumbres mencionadas anteriormente, en las comunidades de los pueblos contemporáneos se conserva solamente la costumbre de adornar los pilares de la puerta con ramas verdes de sauce y flores amarillas. El significado de esta práctica es, sin embargo, muy pocas veces conocido o recordado.

¡Feliz día de San Jorge! 



fuente del texto original: http://www.crestinortodox.ro

4 comentarios:

  1. Interesante costumbre, gracias por compartirlo.

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  2. Gracias por compartirlo...es bonito y muy interesante saber de otras culturas...abrazos!!

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    1. Gracias, Maite. Me alegro que puedo compartir con todos vosotros estas costumbres. Un abrazo!

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